El cerebro ejecuta una adecuación cuando se realiza un trasplante de mano. A pesar de que teóricamente son equivalentes a los trasplantes de corazón, pulmón y riñón. Los trasplantes de mano muestran retos particulares.
En el momento que una persona pierde una mano, los nervios que intervienen en la sensación y el movimiento se escinden. Provocando una merma de la estimulación en las áreas sensoriales y de movimiento en el cerebro. Creando una reorganización en todas sus funciones.
Conseguir establecer que estas modificaciones de reorganización funcional sean transformables en el cerebro adulto es una particularidad de gran notabilidad para la neurorrehabilitación.
En este aspecto, algunos especialistas han realizado un estudio. Que muestra que las regiones cerebrales de mayor nivel logran subsanar las modificaciones de restablecimiento en las áreas del cerebro responsables de la sensación y el movimiento de la mano.
¿Como es la adecuación del cerebro en un trasplante de mano?
El cerebro una vez reorganizado posteriormente al trauma. Precisa comenzar a educarse en cómo sentir y cómo controlar los movimientos voluntarios de la nueva mano. De esta manera, será un procedimiento de trasplante de mano triunfante.
En esta averiguación, los especialistas experimentaron con una persona que había perdido su mano no dominante por una lesión de aplastamiento a la edad de veintitrés años.
El paciente se realizó un procedimiento de trasplante de mano una década después del incidente. Elementalmente su cerebro tuvo que “retornar a educarse”. En relación con la percepción sensorial y movimientos básicos, como alcanzar un objeto y lograr sostenerlo.
Posterior al procedimiento médico, la persona comenzó una etapa de rehabilitación. Que contenía una serie de ejercicios de alcance y agarre. Con el propósito de observar cómo las áreas sensoriomotoras en ambos hemisferios del cerebro reaccionan a estas tareas.
Los científicos hallaron que a los cuarenta y un meses luego de la cirugía, la persona revelaba progresos significativos en la función de la mano. Viéndose complementadas de varios ajustes en el cerebro.
Los efectos del estudio apuntan que incluso en el cerebro de mediana edad, cuando se suministra la estimulación apropiada, las áreas sensoriomotoras logran ayudar las modificaciones de reorganización fruto de la lesión.
Las áreas implicadas en las funciones sensoriales y motoras básicas presentaban cambios constantes concernientes con la amputación. Las regiones de mayor nivel que por lo general controlan el alcance y el agarre, realmente ocuparon de nuevo sus funciones anteriores.