Especialistas sugieren que el planeta Tierra alternará su campo magnético. Y alertan sobre las consecuencias que este suceso podría conllevar. El campo magnético de la Tierra es fundamental para reducir las marcas de la radiación solar. Y este está perdiendo gradualmente su estabilidad.
Para cualquier humano moderno es normal creer que las brújulas continuamente apuntan hacia el Norte. Los polos magnéticos han invertido sus posiciones en repetidas ocasiones a lo largo de la historia terrestre, y lo seguirán haciendo muchas veces más.
El campo magnético de la Tierra tiene un polo norte y un polo sur que no son estáticos.
De hecho, sus conversiones han trasladado estos polos hasta dieciséis kilómetros por año. Por ello, este campo nunca se mantiene en un solo lugar. Y los polos se invierten alrededor de cada cuatrocientos cincuenta mil años. De modo que el norte magnético se sitúa en donde estaba el sur y viceversa.
Actualmente, la Tierra se considera que esta trabajando en su próxima inversión. Suceso que puede deberse a que el núcleo interior crece cada vez más. Obstaculizando el núcleo externo, lo que posteriormente disminuye el campo magnético del planeta.
Un disminuido o inconsistente campo magnético podría ser la clara convicción de que la inversión de los polos terrestres está por acontecer. Los efectos del cambio en el magnetismo de la Tierra perturbarían directamente las infraestructuras eléctricas e instrumentos de navegación a nivel global. Así como la ubicación de la fauna silvestre, como aves y ballenas, que se valen el campo magnético para orientarse.
Los científicos están inquietos por el riesgo de que, mientras el proceso de inversión de los polos ocurra. El campo magnético se debilite descomunalmente, o incluso desaparezca, por lo menos por un corto período. Circunstancias que inmediatamente haría desvanecerse la única protección con que cuenta la Tierra y sus habitantes para defenderse de la radiación solar.