Las células madre tienen la función de actuar como un sistema restaurador del cuerpo. Son células no específicas que poseen la extraordinaria capacidad de transformarse en diversos tipos de células disímiles.
Al valer como una variedad de sistema de restauración logran fraccionarse potencialmente sin fin para renovar otras células dañadas.
Así mismo este proceso se corresponde con el envejecimiento. Según especialistas todos transitamos por la reducción de números de células madre, al igual que la plasticidad. Esto se convierte en envejecimiento.
Beneficios de las células madre
El procedimiento con células madre brinda numerosos beneficios a los pacientes que han sido prescritos con padecimientos crónicos agotadores. Provee una terapia factible y eficaz para optimizar la capacidad natural para restaurar el cuerpo.
Además, proporciona una excelente fuente de restablecimiento de los tejidos y órganos. Siendo una de las más utilizadas en antienvejecimiento.
Células madre en adultos. Se hallan en todos los órganos del cuerpo, pero el tejido grasiento posee el mayor potencial de restauración. Exploraciones científicas han encontrado que una muestra de sangre limítrofe contiene cerca de diez mil células madre adultas.
La médula ósea contiene alrededor de cincuenta mil y el tejido adiposo contiene alrededor de sesenta millones.
Células madre del cordón umbilical y las de adultos
Las células madre del cordón umbilical son superiores que la célula madre adultas de otros órganos y tienen más destrezas para la autorreparación. Cuando se realiza algún procedimiento con estas células en adultos, en la generalidad de los casos es un trasplante de una persona a otra.
No se extrae del propio paciente y convienen ser reproducidas o cultivadas para obtener mayor cantidad, lo que no está aprobado por la FDA (agencia del gobierno de los Estados Unidos garante de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos).
Son células maravillosas, sin embargo, deben usarse en el mismo paciente de donde se extraen. Es por ello por lo que las células madre que proceden del tejido graso son la principal opción.
Pues prometen mayor cantidad en cada muestra sin cultivar. Los pacientes absorben sus propias células e impiden además el peligro de transmisión de enfermedades y rechazo del donante.
