La procreación humana durante mucho tiempo fue uno de los grandes misterios de la ciencia. La idea de la reproducción estuvo en la mente de muchísimos pensadores importantes de la historia, de distintas civilizaciones y épocas, por lo que surgieron una gran cantidad de teorías.
Las primeras creencias populares no concebían en ningún momento que la reproducción estaba asociada a la existencia de un hombre en la vida de una mujer ni a las relaciones sexuales. De hecho, creían que era una facultad de las mujeres otorgadas por el agua, la luz del sol, la luna y la comida, así como la presencia de un ser supremo.
Posteriormente, con el avance de la civilización comenzaron a aparecer las primeras teorías con base científica. Éstas, desarrolladas por Demócrito, Empédocles y otros médicos hipocráticos, quienes sostenían que la procreación sí estaba relacionada por las relaciones sexuales, que aportaban y compartían esfuerzos en la creación de nuevos individuos.
Aristóteles fue el primero en darse cuenta que la procreación estaba relacionada con la fusión de los fluidos masculinos y femeninos, generando una forma funcionada que emergería gradualmente, a esto se le conoció como la epigénesis. Por su parte, René Descartes en su libro “Tratado del hombre y del feto”, detalló que el calor hacía que las partículas de semen se agrupaban y comprimían, dando origen al corazón. El filósofo William Harvey también hizo su aportación, mencionando que la matriz de la mujer concebía al feto porque el varón le contagiaba y le comunicaba, que era momento de crear vida.
Gracias a la ciencia, todas estas teorías, así como la del homúnculo empezaron a desaparecer y surgieron evidencias más concretas de cómo es la concepción humana. Por ejemplo, el embriólogo Karl Ernst Von Baer descubrió el óvulo, eliminado la idea de que el hombre implantaba su semilla a través del semen y que la mujer era el suelo fértil.
Hoy en día, la biología sabe que la reproducción humana es mucho más compleja y fascinante de lo que pensábamos y se desarrolla básicamente en cuatro etapas: el encuentro de los gametos (los espermatozoides y el óvulo), la entrada del espermatozoide en el óvulo, la fusión del material genético y la activación del metabolismo de la célula huevo o cigoto, para dar inicio a la creación de un nuevo ser.
Gracias a todos los avances que hemos llevado sobre la biología humana y la medicina reproductiva, hoy podemos no solo procrear a través de la inseminación artificial, sino también solucionar ciertos problemas de fertilidad tanto en hombres, como en mujeres que antes eran prácticamente imposibles.
En este artículo queremos hablar precisamente sobre la fertilidad masculina. Daremos un repaso sobre los últimos avances de la ciencia en este tema tan importante, y para finalizar te brindaremos algunos consejos para mejorar la fertilidad masculina.
¿Qué sabemos sobre la fertilidad masculina?
La fertilidad masculina es básicamente la capacidad que tiene el hombre de producir semen con suficiente calidad, para dejar embarazada a la mujer y esta pueda crear una vida. Para que dicha fertilidad esté garantizada, todo el sistema reproductivo debe funcionar correctamente.
Lejos de toda creencia, la fertilidad del hombre tiene un papel protagónico en la procreación. Muchas personas personas tienen la falsa idea que los casos de infertilidad en una pareja, proviene únicamente de un problema de la mujer. Sin embargo, la realidad es que el 50% de los casos involucra la capacidad reproductiva del hombre, ya sea por alteraciones genéticas, varicocele, hipogonadismo, entre otros padecimientos que afectan la fertilidad.
De acuerdo a los nuevos estudios, se sabe que la infertilidad del hombre puede deberse a una gran cantidad de causas, por mencionar algunas: la situación fisiológica, hormonal y el estilo de vida, siendo este la causa fundamental e irónicamente, la que más podemos controlar. Según estudios, el sobrepeso, la mala alimentación, el consumo de tabaco, alcohol, una vida sedentaria y la ingesta de drogas, puede afectar notablemente la cantidad y la calidad de los espermatozoides producidos.
Ahora bien, ¿Cómo sabemos si nuestros espermatozoides están bien? Hoy, gracias a los avances tecnológicos, nosotros mismos podemos ver si todo marcha bien. En las farmacias podemos hacernos con una prueba para medir la concentración de espermatozoides en el semen. Pero lo recomendable es acudir un especialista para que nos realice un espermiograma para un diagnóstico más fiable, inclusive para conocer si ellos tienen la forma correcta y si se mueven como deberían.
En caso de que se detecte alguna anomalía o algún problema con el semen, nuestro médico especialista podrá mandarnos a realizar otras pruebas, con la finalidad de diagnosticar cuál es causa del problema y poder establecer el tratamiento correspondiente.
Dichas pruebas pueden incluir lo siguiente:
- Ecografía escrotal
- Ecografía transrectal
- Análisis de hormonas.
- Análisis de orina después de la eyaculación
- Pruebas genéticas
- Biopsia testicular. Este examen consiste en tomar muestras de un testículo con una aguja
- Análisis especializados de la función seminal.
Tratamientos para mejorar los problemas de fertilidad masculina
Es necesario mencionar que en muchas ocasiones no se puede diagnosticar de manera precisa qué está causando el problema de infertilidad. Pese a ello, se pueden establecer diversos tratamientos y procedimientos que podrían mejorar la fertilidad y dar lugar a la procreación. Visita Mi Fertilidad donde podrás encontrar más información sobre este tema.
A continuación, algunos tratamientos más implementados en la actualidad:
- Cirugía
- Tratamiento de infecciones
- Tratamientos para los problemas en las relaciones sexuales
- Tratamientos y medicamentos hormonales
- Técnicas de reproducción asistida.
Consejos para mejorar la fertilidad masculina
Es importante tener en cuenta que, en los últimos años muchos países están teniendo severos problemas con la natalidad general, debido a que la calidad del esperma ha disminuido notablemente, principalmente por el estilo de vida actual, la alimentación y otros problemas relacionados al bienestar general.
Afortunadamente, gracias a los conocimientos que hemos adquirido en materia de reproducción humana, hemos desarrollado una gran cantidad de técnicas y métodos naturales que nos permitirán incrementar la calidad del semen y mejorar la fertilidad masculina.
Seguidamente, los mejores consejos para mejorar la fertilidad masculina:
1. Elimina las preocupaciones de tu vida
Sabemos que eliminar una preocupación no es como botar la basura o cambiar una llanta pinchada. Sin embargo, de acuerdo a estudios científicos las personas que tienen mayor estrés respecto al tiempo libre, al trabajo y al dinero son menos fértiles que aquellas que se llevan las cosas con más calma.
Así que, si estás en planes de procrear, lo ideal es que te des unas vacaciones con tu pareja, elimines los malos pensamientos por unos días, disfrutes de unos días sin preocupaciones y claro, la pases muy bien durante esos días.
2. Aliméntate correctamente
Otro elemento totalmente relacionado con la reproducción y con la salud en general es la alimentación sana y balanceada. Mientras haya más balance de vitaminas y oligoelementos, mejor será para la fertilidad. También la frescura en los productos consumidos, con menor intervención nuestra (menos químicos para prolongar la fecha de caducidad), serán mejores para nuestra fertilidad.
Entre los productos que debemos evitar, podemos destacar:
- Fritos
- Azúcar refinada
- Harina refinada
- Grasas saturadas
- Comidas precocinadas
- Productos envasados
Es recomendable consumir:
- Frutas y verduras
- Alimentos ricos en omega-3.
3. El ejercicio también ayuda
Por último, es importante añadir rutinas constante de ejercicio a nuestra vida, es la mejor forma de incrementar la movilidad espermática. Sin embargo, hemos de ser muy cuidadosos con esto, ya que el ejercicio extremo puede en ocasiones disminuir el número de espermatozoides en el semen.
Estos son algunos de los principales consejos para mejorar la fertilidad masculina, sin embargo encontrarás muchos otros, como por ejemplo, el uso de ropa amplia y con tejidos naturales en la zona genital, para evitar un recalentamiento de los testículos, cosa que podría afectar la producción de espermatozoides. Lo cierto del caso es que gracias a los avance de la ciencia y la medicina, hoy podemos hacerle frente a estos problemas de fertilidad que en el pasado eran prácticamente imposible.
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