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Cripsis: la perfección del camuflaje

Cripsis: la perfección del camuflaje
Cripsis: la perfección del camuflaje


El arte de la cripsis es una técnica empleada por presas y depredadores. Ciertos animales viven con un permanente disfraz todo el año: son expertos en camuflaje. Se trata de animales con la habilidad del mimetismo, una capacidad que tienen ciertos seres vivos para asemejarse a otros organismos; y a su propio entorno para conseguir alguna ventaja.

Así mismo, pueden parecer hojas, flores, o inclusive una criatura feroz para evitar ser atacados. Lo cierto es que es una técnica empleada tanto por depredadores como por presas.

Por otra parte, el arte del camuflaje halla su denominación correcta en el término cripsis, del griego Kryptos, que significa “lo oculto” o “lo que se esconde”.

Existen cuatro grandes categorías para clasificar los distintos tipos de cripsis: inmovilidad, coloración, patrón y no visual.

La primera de todas, la inmovilidad, es la más sencilla de las técnicas. Como bien se intuye, este radica en permanecer totalmente quieto en un mismo lugar para terminar confundiéndose entre el entorno. Esta resulta muy eficaz con ciertas especies de reptiles, pues algunos solo detectan la presencia de otro animal si este se mueve.

La coloración, por su parte, es una de las más llamativas y espectaculares.  El animal adecua su cuerpo a los tonos del hábitat en el que se localiza; y en algunos casos, es verdaderamente difícil discernir entre paisaje y animal.

Así, en este grupo se ha incluido la figura del camaleón, pero de forma errónea; pues su cambio de color no se debe a la mimetización con aquello que les rodea; sino por su estado psicológico y la consonancia con la temperatura del ambiente.

Cuando se habla de cripsis por patrón, hacemos referencia al tipo de camuflaje que desarrollan algunos animales fingiendo la textura que les rodea. Regularmente, esta habilidad va de la mano de la cripsis por coloración, creando así una mimetización perfecta.

Todas estas técnicas tienen que ver con el engaño del ojo ajeno. No obstante, existen otros métodos para pasar inadvertido entre especies que no utilizan la visión como sentido primario. Este es el caso de la cripsis no visual, que potencia el camuflaje a través de la alteración de olores y sonido.

La sabiduría del reino animal no tiene límites y su maravillosa forma de vida nos revela día a día nuevos misterios y curiosidades. 

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