Un clásico a nivel mundial es la taza de café matutina indispensable para muchos. Las razones por las que gran parte de la población en el planeta consume este brebaje son más que conocidas: para despertarse, para llenarse de energía, para mejorar su productividad, etc. Lo que no sabíamos, era que incluso el aroma a café mejora la productividad en las personas. A niveles idénticos como si estuviesen bebiéndolo.
Respecto a esta declaración, cabe especificar que es en ciertas áreas donde el aroma a café hace efecto. Específicamente, a la hora de realizar operaciones matemáticas. La agilidad mental de las personas parece aumentar en dicho apartado con tan solo oler un poco de café.
Así lo afirmó un estudio hecho por el Instituto Tecnológico Stevens, realizado por la profesora Adriana Madzharov. La profesional explica cómo el rendimiento académico de los estudiantes se incrementa en las matemáticas, todo por el aroma a café cerca de ellos. Este resultado sirve como una nueva estrategia para mejorar el desempeño estudiantil.
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El aroma a café: una influencia positiva para las matemáticas
Todos los hallazgos que encontró Madzharov junto a su equipo fueron publicados en el Journal of Enviromental Psychology. Según sus conclusiones más directas, el aroma a café, provenga o no de una fuente con cafeína, ejerce un poder idéntico a como si la persona estuviese bebiendo una taza. Esto puede ser explicado por la asociación que hace el cerebro ante el olor, y lo que significa el café culturalmente hablando.
En muchos lados del mundo, el café es sinónimo de energía, trabajo productivo y fuerza. Su aroma es inconfundible, por lo que su presencia así sea de manera odorífera, puede ejercer un efecto placebo en las personas que los haga mejorar en las matemáticas, según el estudio.
Madzharov desea profundizar en este conocimiento. Una de sus metas, es la de precisar si el aroma proveniente del café como tal es el único capaz de hacer este efecto. O si por el contrario, fuentes artificiales también lograrían lo mismo.
Algo es cierto, y es el poder del café en la humanidad actual. Una oficina donde reine el aroma a café, es sinónimo de buen trabajo en una mañana activa. El poder de las creencias no es un asunto que deba subestimarse, en casi ninguno de los casos.
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