No existe en el mundo un país que no conozca el Tiro con arco. Se adquieren muchos beneficios al practicarlo. Agilidad y afinación del sentido de la vista, coordinación, precisión y buena postura.
El tiro con arco y sus modalidades
Primera modalidad: tiro con arco a la diana. Este implica un terreno plano, generalmente de hierba, con una línea de tiro. A noventa metros de las dianas, numeradas y alineadas. Por delante de ésta se trazan unas líneas paralelas a las distancias de treinta, cincuenta, setenta y noventa metros.
Segunda modalidad: tiro con arco de campo. La diferencia reside en el campo de tiro. En este caso, la diana es mayor y el terreno más irregular. En ocasiones el arquero debe moverse entre bosques y maleza.
Como el tiro con arco no es precisamente un deporte de alto rendimiento, no es necesaria una dieta especial. Prácticamente se requiere de una alimentación sana como cualquier otro deporte. Se recomienda es estar muy bien hidratado y consumir un alimento que aporte energía durante la practica o competencia. Por ejemplo, chocolate.
El arco
Existe una gran variedad de tipo de arco. Desde distintas formas, tamaños, pesos. Construidos con materiales diversos. Para escoger un arco es importante considerar dos factores: el uso que se le dará y la morfología del arquero.
Hay dos tipos de arco: recurvo y de poleas.
Recurvo: consiste en un trozo de madera con cierta flexibilidad, al cual se adapta una tripa o cuerda. Con el tiempo se han inventado arcos recurvos de materiales compuestos, los cuales aumentaron la flexibilidad y potencia. Pero tienen un límite.
Poleas: es un arco convencional. Al cual se le adaptó un sistema mecánico de poleas con el objeto de reducir el esfuerzo tensario, para aumenta la velocidad de las flechas. Este es ideal para aprender.
Las dianas y el trípode
Las dianas por lo general son de gran resistencia, deben soportar el ataque de gran cantidad de flechas. Sin que estas se deformen, ni las atraviesen totalmente. Generalmente se fabrican de paja prensada con algún aglutinaje flexible de unos diez centímetros de espesor.
Las dianas van sostenidas por un trípode, generalmente de madera de pino. Que mantiene el centro del blanco a 1.30 metros de altura. La franja coloreada está a su vez dividida en dos partes iguales, por lo que los blancos presentan diez franjas concéntricas. De idéntica anchura dispuestas para apuntar los impactos de las flechas del uno al diez.