Las personas altamente efectivas cuentan con características definidas que apoyan un ambiente de aprendizaje y de productividad.
Hábitos de las personas altamente efectivas
Piensa en modo ganar-ganar
Es mejor decirle “no” a una oportunidad que no resulte provechosa y no se reflejen claramente los beneficios que se lograrían. Ademas, debe visualizarse la ganancia que genere esa oportunidad, no solo en dinero. Este paradigma puede implementarse en cualquier ámbito sea este personal, profesional, de negocios, etc.
Busca entender para luego ser entendido
Esto es básicamente escuchar a la otra parte antes de exigir ser entendido. También, se debe implementar el tomar tiempo para responder a preguntas específicas. Esto es fundamental en un proceso de coaching ya que el coach debe mantener una escucha activa, permitiéndole al coachee expresar todas sus ideas sin ser interrumpido.
Aplica la sinergia
Para potenciar lo que haces, puede resultar esencial el reclutar a un equipo de trabajo. También se puede optimizar el tiempo y usarlo en cosas productivas en las que seas bueno.
Renuévate
Es necesario tomar tiempo para descansar, conocer personas nuevas que apoyen un ambiente de aprendizaje y sinergia. Tómate el tiempo para crear de una forma innovadora, disfrutar de la vida, recargar energías necesarias para volver al trabajo.
De la efectividad a la grandeza
Este hábito se enfoca en encontrar nuestra voz y ayudar a los demás a encontrar la de ellos. También, encontrar esa voz supone cumplir con nuestro propósito interior. En la parte profesional puede referirse a encontrar ese trabajo que aproveche nuestros talentos y habilidades.
Es la capacidad de entender la libertad que tenemos para elegir. Además, marcar un horizonte con una visión definida, tomar en cuenta todas las posibilidades que se desarrollan de circunstancias adversas. Es mantener la disciplina con un compromiso establecido.
Además, es demostrar pasión de lo que se hace para así lograr grandes cosas. Se desarrolla la conciencia para permitir el camino correcto.
El mejor modo de utilizar los hábitos de las personas altamente efectivas es ayudar a las personas. También, un gran líder tiene la noción de brindar un servicio más allá de los intereses individuales.
