A nadie debería extrañar el trasvase de empresas que se viene produciendo en la mayoría de los sectores productivos hacia la fórmula denominada clúster. Esta emigración hacia un sistema de agrupación empresarial ofrece numerosos beneficios que permiten a las compañías presentarse con más recursos y peso en su sector, en un mundo que es cada vez más duro y competitivo, una situación que se da, en buena medida, debido a la globalización de los mercados.
Con especial énfasis en el entorno de la construcción, las empresas están adaptando sus modelos de gestión a esta innovadora forma de concentración de fuerzas conocida como clúster. De este modo, sin generar fuertes inversiones mejoran su capacidad competitiva dentro de su ámbito de actuación, volviéndose y manteniéndose en el tiempo más relevantes, logrando con mayor facilidad y rapidez prosperar en sus respectivos mercados.
Qué es un clúster
Bajo este término se conoce a la concentración geográfica de empresas, proveedores y demás organizaciones relacionadas directamente a un sector productivo en concreto. Al unirse bajo esta denominación, las organizaciones incluidas compartirán conocimientos, activos, colaborarán en proyectos comunes, y accederán a mercados más amplios a los que, en solitario, sería prácticamente imposible llegar.
Los clústeres en la construcción
El anteriormente conocido Eraikune Clúster, en la actualidad Build Inn, es un ejemplo referente en el territorio nacional de un clúster de la construcción. Asociaciones como la presentada juegan un papel crucial en la mejora de la competitividad y la innovación de las empresas en este sector, una industria que, en la actualidad, se encuentra muy fragmentada.
La cantidad de actores que intervienen en este entorno, desde promotores, arquitectos y diseñadores hasta contratistas, constructores y proveedores de materiales, pasando por todos los componentes de los equipos de trabajo que actúan sobre el terreno, repercute en la complejidad de este sector. Un problema que obliga a la colaboración y a la integración de todos sus componentes con el objetivo de optimizar los resultados, mejorar la eficiencia, reducir los costes y aumentar la calidad de los proyectos.
Ventajas que los clústeres de la construcción aportan a sus asociados
Para entender por qué existe una tendencia generalizada de las empresas de la construcción a crear o asociarse bajo el paraguas de los clústers, se deben conocer los beneficios que todas ellas reciben de esta unión.
1. El acceso al conocimiento y a la innovación
Uno de los principales motivos para que los activos presentes en la industria de la construcción formen parte de un clúster es la capacidad de colaboración que se da de forma instantánea entre sus componentes. Entre sus integrantes se procede a un constante flujo de información, transfiriendo conocimientos y adoptando nuevas tecnologías que estaban lejos del alcance de cada una de ellas en solitario.
Lo habitual, aconsejable y lo que se impulsa desde dentro es, además de la cooperación, el aprendizaje, adoptando las mejores técnicas y participando en proyectos de I+D de forma conjunta, de tal modo que lleguen más fácilmente a ocupar puestos de vanguardia en relación a la innovación en el sector de la construcción.
2. La reducción de costes y la optimización de los recursos disponibles
Dentro de un clúster se normaliza el compartir recursos y conocimientos, por lo que cada organización está en disposición de poder reducir sus costos operativos cuando, por ejemplo, se compran materiales de forma conjunta, maquinaria, herramientas y/o equipos. Es una fórmula que ofrece beneficios de economías de escala.
3. La mejora en la competitividad internacional
De forma individual, pocas empresas de la construcción van a tener suficiente fuerza para competir con garantía de éxito en ámbitos internacionales. Sin embargo, pertenenciendo a un clúster de este tipo va a poder beneficiarse de un buen número de elementos que les facilite el acceso a estos mercados. Estas empresas van a poder utilizar las redes de distribución de hermanas mayores o de compañías relacionadas que ya tienen esta experiencia, así como el conocimiento del mercado y utilizar la reputación del clúster para alcanzar clientes de más allá de las fronteras nacionales.
4. El desarrollo del talento y de las capacidades
También es una acción muy común entre los clústeres la colaboración con instituciones educativas y con centros de formación especializados para capacitar a los trabajadores. Esta característica resulta muy importante, ya que asegura un flujo continuado de talento altamente cualificado, crucial para una industria tan técnica y en constante cambio como es la de la construcción.
5. La promoción de la sostenibilidad y de la responsabilidad social
Un apartado tan importante para la sociedad actual como el medioambiente y el desarrollo de las comunidades también forma parte del papel que desempeñan los clústeres de la construcción, como la mencionada al principio de este artículo Build Inn. De forma general, consiguen activar prácticas sostenibles al compartir recursos y conocimientos, adoptando técnicas más ecológicas y sustentables, reduciendo la huella de carbono en sus acciones y mejorando su responsabilidad civil corporativa.
