Una tecnología que está haciendo mucho ruido últimamente en todas las ramas de la ciencia no es otra más que la impresión 3D. Sus utilidades son variadas, diferentes, y eficientes, pues prácticamente se puede reproducir casi cualquier cosa imaginada. Con los ingredientes adecuados, y el modelo, el resto es coser y cantar.
Lo que antes no se creía posible, era que pudiera también recrear partes de organismos vivos. En el mundo de la medicina se le conocía más como un apoyo para realizar extensiones externas. Prótesis, en su mayoría; pero esto parece estar a punto de cambiar radicalmente. Gracias a la noticia de que, en los últimos días, se ha podido reproducir un corazón con tejido humano usando la impresión 3D.
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Un corazón hecho por la impresión 3D
Desde la Universidad de Tel Aviv nos llega esta primicia. Varios investigadores trabajando allí lograron sintetizar un corazón 100% orgánico. Por supuesto, el mismo compuesto por tejido y células de una persona donante para realizar este logro. Lo que es mejor, tiene todas las posibilidades de funcionar como un órgano normal.
El corazón creado por la impresión 3D puede vascularizarse y bombear la sangre, tal como el resto de sus congéneres. En un supuesto, siendo que posee células madre de una persona, podría también servir como material de transplante.
Para lograrlo, los investigadores utilizaron células de grasa de una persona. A ellas se les realizó un proceso de reprogramación para que se tornaran en células madre. Luego, mediante procesos que involucraron tintas orgánicas, se les dio guía para que se convirtieran en células cardíacas o que pudieran servir para construir vasos sanguíneos.
De esta forma, la tinta puede usar este material para construir diferentes partes de un órgano vital, en este caso, un corazón. Para esta prueba en donde se demostró que es posible, el mismo no posee el tamaño de uno humano; todavía falta afinar detalles y así conseguir generar material útil para transplantar a quiénes lo necesiten en el futuro.
Posiblemente lleguemos a una era en la que el humano viva por más tiempo, recibiendo recambios de órganos creados artificialmente para ello. ¿Suena a ficción? Viendo el cauce que sigue la ciencia, ya no lo parece tanto.
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