Especialistas que han hecho estos estudios plantearon investigar si otras galaxias espirales semejantes a la Vía Láctea verdaderamente están creciendo. Y si es afirmativo, qué puede significar esto para nuestra propia galaxia.
Según los expertos utilizaron el telescopio SDSS basado en tierra para datos ópticos. Y los dos telescopios espaciales GALEX y Spitzer para datos de casi UV e infrarrojo cercano. Para estudiar en detalle los colores y los movimientos de las estrellas al final del disco hallado en las otras galaxias.
Los científicos calcularon la luz en estas regiones, predominante las procedentes de estrellas azules jóvenes. Y calcularon su movimiento vertical (hacia arriba y hacia abajo desde el disco) de las estrellas para medir cuánto tiempo le toma alejarse de sus lugares de origen. Y cómo sus galaxias anfitrionas estaban creciendo en tamaño.
Los cálculos del crecimiento de la vía láctea se estiman sea de quinientos metros
Considerando esto, deducen que las galaxias como la Vía Láctea están creciendo a unos quinientos metros por segundo. Lo bastantemente rápido como para envolver el recorrido de Liverpool a Londres en unos doce minutos.
Los especialistas explican:
[su_quote]La Vía Láctea ya es suficientemente grande. No obstante, nuestro trabajo exhibe que al menos la porción perceptible de ella se está acrecentando lentamente de tamaño. Ya que las estrellas se forman en las afueras de la galaxia. No será inmediato, pero si consiguieras viajar en el tiempo y mirar la galaxia dentro de tres mil millones de años, sería un cinco por ciento más grande que en la actualidad[/su_quote]
Este lento crecimiento alcanza ser debatible en un futuro distante. Se pronostica que la Vía Láctea chocara con la contigua Galaxia de Andrómeda en unos cuatro mil millones de años. Y la forma de una y otra se transformará absolutamente a medida que se junten.