Los murciélagos logran moverse con exactitud en la oscuridad, perseguir a los insectos que les valen de alimento; y divisar sonidos de los 10,000 a los 120, 000 hertz, todo esto gracias a un proceso designado ecolocalización.
El método de ecolocalización les consiente a estos mamíferos ubicarse a través del eco de los mismos sonidos que ellos originan. Los murciélagos exponen sonidos de muy alta frecuencia cuyas ondas se esparcen en el medio; chocan con cosas o frente a sus posibles alimentos y las reciben de vuelta mediante sus membranas auditivas.
Al tener membranas muy concretas de ubicación, estos animales logran identificar perfectamente la intensidad y la persistencia en los sonidos captados. Y, con ello, deducir las distancias de los objetos. Consiguen de esta manera conocer dónde están sus capturas para aprisionar, orientarse, limitar dificultades o hallar más murciélagos, y socializar.
Diferentes investigaciones consideran la biología evolutiva, aplicaciones de ingeniería y sistemas complejos, “la coordinación de movimientos en los animales radica en el discernimiento de las acciones de otros individuos; los procesos cognitivos animales y sus habilidades motoras”. En este caso, la sucesión sistemática de estas tres fases da lugar a lo que se conoce como respuesta de movimiento retrasado.
Los murciélagos y su ecolocalización
Para examinar la respuesta auditiva y la trayectoria de retraso que acontece en la ecolocalización de los murciélagos; se plantea un modelo para valorar las velocidades del vuelo, las celeridades, las direccionalidades y los atrasos de respuesta.
Los murciélagos deducen la distancia con su captura por la disconformidad de tiempo entre la emisión del sonido y recepción del eco. La orientación la logran por la diferencia entre la llegada del eco al oído derecho y al izquierdo; de ahí lo importante del tiempo de retraso. La ecolocalización es empleada no sólo para capturar a sus cazas; incluso les logra suministrar información sobre su medida, velocidad y dirección.
Precedentemente, la única norma de interacción reconocida es la propensión de los murciélagos a alinearse con su misma especie cuando sus ecos están por encima del umbral de audición. Actualmente, con las cuantificaciones extraídas de los datos evaluados, es viable saber que los movimientos agrupados implican estos retrasos. Consintiendo revelar los modelos observados asociados a fuerzas sociales de atracción, aversión o alineación.
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Fenómenos como las interacciones de conducta, subsistencia, separación social y el movimiento colectivo; son análisis que implican el empleo de disciplinas matemáticas, computacionales y estadísticas, precisas para desarrollar modelos mecánicos de movimiento.