Poder escribir utilizando objetos movidos por el sonido

Se consiguió un enorme progreso en cuanto al control de movimiento de diversos objetos sobre una concreta placa vibradora equipada con una sola fuente acústica. Palpando distintas secuencias de tonos escrupulosamente elaboradas, es viable el poder mover de manera simultánea y autónoma distintos objetos encima de la placa, hacía objetos que se quieran. Eso ha dejado a los desarrolladores un método para redactar, por ejemplo, palabras relacionadas sobre la plata en que radican con letras separadas, comenzando por trozos de metal sueltos.

Ese progreso es fruto del esfuerzo realizado por el equipo de Quan Zhou, procedentes del a Universidad de Aalto en Finlandia.

Las principales investigaciones de ese tipo vienen del año de 1987, donde se comenzó con el estudio de partículas de arena el cual se movían encima de una placa vibratoria, y resulto ser trabajo de Ernst Chladni, persona el cual muchos estiman como el padre de la ciencia actual en el ámbito acústico.

Chaldni fue el encargado de descubrir que cuando alguna placa esté en vibración constante a raíz de alguna frecuencia concreta, todo objeto que este encima de la placa se logra mover en unas pocas posiciones, designadas como líneas nodales, concretando las mencionadas frecuencias. Desde ello, ha sido común el asumir que ese movimiento de partículas es aleatorio precedentemente de logra alcanzar la línea nodal.

Esa teoría ha sido ahora fortificada por los resultados que el equipo de Zhou consiguió.

Los resultados señalan que ese movimiento conjuntamente logra ser predecible, alejado de toda línea nodal. Esa capacidad de poder predecir suministra grandes datos a quienes sepan cómo aprovechar al máximo el poder controlar a través de sonido el movimiento de diminutos objetos. Ese ha sido el caso de Zhou y sus compañeros, quienes lograron controlar de forma autónoma hasta 6 objetos a la vez utilizando un solo actuador.

 

Todos estos objetos regulados se ponen encima de una placa para poner manipularlos, y asimismo se registran los movimientos utilizando una cámara especial para el seguimiento.

Asentándose en todas las posiciones reveladas, la computadora del proceso selecciona, de entre las notas musicales, la que más probabilidad tiene para mover el objeto hacia la dirección anhelada.

Luego de poder emitir la nota, se procede a revelar la nueva posición del objeto, y el ciclo de control retorna a comenzar de nuevo. Ese ciclo se repite hasta con la totalidad de objetos consiguiendo su ubicación final anhelada.