Probablemente todos hemos visto una pelota de golf, observamos que tiene hoyos en toda su estructura. Y esto quizá nos haya hecho preguntarnos ¿Por qué no son lisas, como las de fútbol, baloncesto?
Lo primero que se debe saber es que una pelota actual de golf puede llegar a recorrer en torno a doscientos setenta y cinco metros. Pero ¿qué pasa si no tuviese esos hoyuelos? Si no los tuviese, con el mismo golpe, la pelota llegaría simplemente sesenta y cinco metros, ¿interesante verdad?
Las primeras pelotas de golf eran de madera. Luego se introdujo un modelo con armazón, en la cual se repletaban con plumas de oca o pollo suficientes como para rellenar una pelota de fútbol, pero al introducirlas en un espacio tan pequeño, la bola quedaba muy compacta.
En mil novecientos cinco, el diseñador y fabricante inglés William Taylor inventó los hoyuelos, mejor conocidos como alveolos, que actualmente podemos ver cualquier pelota de golf.
La funcionalidad de los hoyos en las pelotas de golf.
Existe una explicación que es puramente aerodinámica.
Uno de los motivos que hacen que los objetos en movimiento se frenen al estar en contacto con el aire es, que cuando pasan, dejan detrás una zona donde no pasa el aire, llamada también zona de depresión. Que viene a ser lo mismo que cuando nos cobijamos del viento detrás de algún muro.
Cuanto mayor es esta zona de depresión más resistencia aerodinámica tendrá. Es decir, perderá velocidad antes, y no llegará tan lejos.
Los hoyos o alveolos, lo que hacen es ayudar a que la zona de depresión sea menor. Y esto lo logra formando pequeños remolinos en los alveolos. De esta forma, el aire que pasa alrededor se pega más tiempo a la superficie de la pelota, pudiendo rellenar mejor la zona de depresión.