Home INDUSTRIAL Trabajar todo el día de pie: Conoce los riesgos y cómo prevenirlos

Trabajar todo el día de pie: Conoce los riesgos y cómo prevenirlos

En la actualidad, resulta imprescindible para cualquier empleador proporcionar un entorno de trabajo que garantice la seguridad, comodidad y bienestar de sus colaboradores. Esto es especialmente importante en trabajos que requieren largas horas de pie, donde los riesgos para la salud son considerables si no se implementan las medidas preventivas adecuadas. 

El hecho de estar de pie durante largos periodos, aunque parece una postura natural, puede generar una presión considerable en diversas partes del cuerpo, como por ejemplo en las piernas, la espalda y en las articulaciones. Esto además de afectar el rendimiento diario, a largo plazo, sin una adecuada gestión, puede derivar en problemas crónicos de salud. La responsabilidad de los empleadores es minimizar estos riesgos mediante la implementación de soluciones ergonómicas y la adopción de políticas de descanso adecuadas.

Afortunadamente, hoy en día existen diversas estrategias que pueden implementarse para mejorar el entorno de trabajo y reducir la fatiga muscular. Entre estas, la elección de superficies adecuadas, el uso de felpudos antifatiga, y la correcta elección de calzado juegan un papel fundamental. Asimismo, la formación en salud postural para los empleados es clave para concienciarlos sobre los peligros de pasar largas horas de pie sin descanso.

Hemos preparado este artículo, para intentar ofrecer algunos consejos sobre qué hacer cuando trabajas todo el día de pie, pero antes analizaremos los riesgos asociados a este tipo de trabajo. Nuestra idea, es ofrecer algunas soluciones prácticas que los empleadores podrían implementar para mitigar los riesgos inherentes a este tipo de labores.

¿Cuáles son los riesgos de trabajar todo el día de pie?

Estar de pie de manera prolongada somete al cuerpo a una serie de tensiones físicas que pueden afectar tanto a corto como a largo plazo. La fatiga muscular es una de las consecuencias más inmediatas, especialmente en las piernas y espalda, ya que el cuerpo lucha por mantener la postura. Esto se agrava cuando la postura estática se mantiene durante horas, afectando la circulación sanguínea y aumentando el riesgo de desarrollar problemas circulatorios. 

El análisis de estos riesgos es obligatorio para diseñar un entorno de trabajo saludable. En sectores como el comercio, la seguridad y la sanidad, es común pasar largas horas de pie, lo que incrementa la posibilidad de desarrollar problemas físicos a mediano plazo. A continuación, veremos en detalle los principales riesgos que conlleva trabajar de pie todo el día.

  • Fatiga muscular: se manifiesta principalmente en las piernas, espalda y cuello debido al esfuerzo constante por mantener la postura.
  • Problemas circulatorios: la falta de movimiento reduce la circulación sanguínea, lo que puede causar hinchazón, varices y en casos extremos, coágulos.
  • Dolencias articulares: las articulaciones de rodillas, caderas y columna sufren con el tiempo, pudiendo generar afecciones crónicas.
  • Problemas en pies: la presión constante sobre los pies provoca dolores, callos y, a largo plazo, posibles lesiones en ligamentos y tendones.
  • Trastornos reumáticos: mantener una postura erguida durante largos periodos puede dañar tendones y ligamentos, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades reumáticas.

¿Qué hacer cuando trabajas todo el día de pie?

Cuáles son los riesgos de trabajar todo el día de pie

Saber qué hacer cuando trabajas todo el día de pie es una obligación tanto para los trabajadores como para sus empleadores, ya que esto ayudará a prevenir y mitigar los riesgos mencionados anteriormente. Las soluciones deben enfocarse en la ergonomía del espacio de trabajo, la calidad del equipamiento utilizado y las pausas adecuadas.

Al implementar una estrategia de prevención basada en estos principios, es posible no solo reducir las dolencias a corto plazo, sino también evitar problemas de salud a largo plazo, mejorando la calidad de vida laboral.

Las medidas preventivas deben ser integrales y considerar tanto el equipamiento como la formación de los empleados. Un espacio de trabajo que proporcione superficies adecuadas, como suelos ergonómicos y felpudos antifatiga, combinado con un calzado apropiado y mobiliario ajustable, puede marcar la diferencia. Además, los periodos de descanso regulares permiten al cuerpo recuperar fuerzas y evitar tensiones acumuladas.

A continuación, ofreceremos algunos consejos sobre qué hacer cuando trabajas todo el día de pie, para mejorar las condiciones laborales.

1. Calzado adecuado

Uno de los pilares fundamentales para reducir los riesgos de trabajar de pie es el uso de un calzado adecuado. Este debe ser diseñado específicamente para proporcionar el soporte necesario a los pies y evitar la fatiga muscular que suele aparecer al estar erguido durante largos periodos. 

El calzado recomendado para trabajar de pie debe ser flexible, permitir la transpiración y tener una suela acolchada que proporcione amortiguación. Las suelas antideslizantes son fundamentales en ciertos entornos, como fábricas o tiendas, donde el riesgo de resbalar está presente. Asimismo, exhortamos a evitar zapatos con tacón elevado, ya que aumentan la presión sobre los pies y las articulaciones.

2. Superficies y mobiliario ergonómicos

El uso de superficies y mobiliario ergonómicos es otra medida clave para reducir los riesgos de trabajar de pie. Las alfombras ergonómicas y los felpudos antifatiga (que ya hablaremos de ellas más adelante) son ejemplos de equipamiento diseñado para aliviar la presión en las extremidades inferiores, mejorando la postura y reduciendo la fatiga muscular. Estos elementos permiten que el cuerpo se adapte mejor a la posición de pie, disminuyendo la carga sobre las articulaciones y favoreciendo la circulación sanguínea.

Es importante también que los mostradores o mesas de trabajo sean ajustables en altura para que se adapten a las características físicas del empleado. De esta manera, se evita que el trabajador deba adoptar posturas incómodas que aumentan la tensión en la espalda y el cuello.

Proporcionar apoyapiés o superficies elevadas donde los empleados puedan alternar el peso entre ambas piernas es igualmente beneficioso.

3. Descansos regulares

Para mantener la salud física y reducir los efectos de estar todo el día de pie, los descansos regulares son indispensables. Estos momentos permiten que los músculos se relajen y se alivie la tensión acumulada en las extremidades inferiores y la espalda. Además, favorecen la recuperación del flujo sanguíneo, reduciendo el riesgo de problemas circulatorios.

Estos descansos deben programarse de manera que el trabajador pueda cambiar de postura, caminar y estirar las piernas. Incorporar pequeños estiramientos durante estos momentos también es beneficioso para mejorar la flexibilidad y disminuir la rigidez muscular. Empresas que promueven pausas activas, donde se incentiva el movimiento durante las pausas, contribuyen a mejorar el bienestar de sus empleados.

4. Alfombras antifatiga

Las alfombras antifatiga son una excelente solución para aquellos que pasan largas horas de pie. Estas superficies están diseñadas para reducir la fatiga muscular al proporcionar una base acolchada que disminuye la presión en los pies y favorece una mejor circulación sanguínea.

El uso de estas accesorios es especialmente recomendable en lugares donde los trabajadores deben permanecer en posición estática durante mucho tiempo.

La implementación de felpudos antifatiga en el entorno laboral ha demostrado ser efectiva en sectores como la manufactura, donde los empleados pasan largas horas en la misma posición. Se ha comprobado que, su uso puede mejorar la postura y reducir el riesgo de lesiones en las articulaciones. Para aprovechar al máximo los beneficios de estas alfombras, es recomendable ubicarlas en áreas donde los empleados pasen la mayor parte de su jornada de pie, como mostradores o líneas de producción.

Desafortunadamente, trabajar de pie durante largos periodos conlleva riesgos importantes para la salud, que van desde la fatiga muscular hasta problemas más graves en las articulaciones y la circulación, y como sabemos, estos trabajos son muy comunes y con mucha oferta laboral. Por ello, la implementación de medidas preventivas, puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida laboral. 

Los empleadores que invierten en la ergonomía de sus espacios de trabajo y en la formación de sus empleados sobre la importancia de la salud postural verán mejoras significativas en la productividad y el bienestar general de su equipo. 

Salir de la versión móvil