Algunos ingenieros procedentes de la Universidad de Stanford en Estados Unidos lograron desarrollar una “piel” a base de plástico en donde logra detectar todo poder que se está ejerciendo y crear de esa manera una señal eléctrica para poder remitir la información sensorial de forma directa a una célula del cerebro vivo.
Zhenan Bao quien es profesora de ingeniería química en Stanford pasó una década entera intentando crear un material el cual imite toda la capacidad que tiene una piel para flexionarse y sanar, al mismo tiempo que sirva de apoyo para usarse como red y poder enviar algunas señales táctiles, de electrónicas flexibles con algunos sensores anexos donde pudiese tapar alguna prótesis e imitar algunas de las ocupaciones sensoriales de una piel común.
Por lo que este proyecto a manos de Bao, el cual fue colgado en Science, abre nuevos horizontes en cuando a la misión de imitar todo el aspecto de un tacto, el método sensorial que dejará poder diferenciar entre la presión de algún apretón y el agarre de una mano firme. “Por primera vez un material flexible, parecido al de la piel, ha sido capaz de revelar esa presión y asimismo hacer sentir esa señal de un elemento del sistema nervioso” menciona Bao, persona quien dirigió al equipo de estudio de 17 individuos responsables de tal logro.
Benjamin Tee, quien es un reciente doctor en ingeniería eléctrica; Alex Chortos, con un doctorado en ciencias de materiales e ingeniería; y Andre berndt, con un post doctorado en bioingeniería son los principales intérpretes de este artículo. Sin duda alguna se trata de un avance increíble en el mundo de la ciencia y la ingeniería en donde se logrará emplear con fines médicos y que también, hará sentir de cierta manera, mejor a las personas que requieran de una prótesis.
El avance de esta tecnología sigue en curso, pero se espera que esté completada para poder emplearse en distintos procesos.
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